Inmersos como estamos en la era digital, seguro que habrás oído muchas veces la palabra pixel. Pixel hace referencia al elemento de una imagen. Se trata de la abreviatura de la palabra Picture Element. En concreto, se refiere a cada uno de los puntos que forman una imagen gráfica. Todas las imágenes digitales que se muestran en un ordenador están compuestas por millones de pixeles.

Como ejemplo: cuando ampliamos una imagen con las herramientas correspondientes, vemos que esta se va descomponiendo en muchos puntos a medida que la agrandamos o acercamos. Si observamos una imagen, desde una distancia prudente, los puntos o píxeles visualmente desaparecen, aunque siguen ahí.

¿Qué repercusión tienen los píxeles?
El pixelado es un elemento esencial a la hora de imprimir una imagen, ya que cuando los píxeles son escasos, la imagen presenta una resolución muy pobre, de modo que el resultado será de mala calidad y la imagen poco definida en sus contornos. Por el contrario, a más píxeles, tendremos una mayor calidad y resolución de la imagen. A mayor número de píxeles también podremos imprimir la imagen a mayor tamaño sin temor de que se pierdan detalles.

Para obtener una impresión de calidad, debemos asegurarnos de que una imagen tiene, como mínimo, 300 ppp. Si tiene más píxeles, mucho mejor. Lo que sí necesitas es saber el tamaño de cada pixel para la impresión en papel. Conceptos como el de píxeles y resolución debes dominarlos y tenerlos en cuenta cuando quieras imprimir  imágenes, por lo que necesitas hacer una serie de cálculos antes de llevar tus fotografías a la impresora.

El único inconveniente de una imagen que tiene muchos ppp es que ocupa más espacio en el disco duro de nuestro ordenador. Pero, sin esos píxeles, no hay fotos de calidad.  Debes aprender a calcularlos y ajustarlos en los programas de edición que manejes.

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